A estas alturas todos asumimos la trascendencia de cualquier armonización legislativa impulsada por la CE. Son directrices que nos afectan y que nos llegan, más bien antes que después. En este artículo se recopilan algunas de las líneas de trabajo en las que se enfocará el futuro nuevo Reglameno de materiales. Todas ellas son tendencias que están calando hondo en nuestra sociedad y muchas de ellas marcan ya, hoy en día, el horizonte de muchas empresas. En esencia se trata de reducir la incidencia de nuestro sector en el medioambiente. Algo en lo que todos estamos de acuerdo. Tiene una clara trascendencia (positiva) en la sostenibilidad a medio y largo plazo y un impacto (coste) en el corto. Asumámoslo porque debemos apostar en esa dirección.
Sin embargo, en el artículo, interesante, se recogen alguno de los mantras que han ido empapando y que, en nuestra humilde opinión, debieran ser perfilados para no señalar negativamente, quizás de manera involuntaria, al Real Estate. Por ejemplo, afirmación: los edificios son responsables del 40% del conusmo de energía y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pregunta: ¿Cuántas de las actividades que realizamos cotidianamente se desarrollan en un edificio? ¿Qué parte del día pasamos dentro de uno de ellos? Presentar de esta manera los datos genera una percepción (negativamente) sesgada de un sector que supone, en su conjunto, más del 30 % del PIB de la eurozona, casi un 35% del empleo y cerca de un 30% de la inversión en I+D+i. Es lo que hacemos como sociedad, no lo que hace el sector…
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Publicado en EjePrime el 31/03/22 por Abel Pujol